A mí, no ser madre me ha hecho mejor persona.

Yo quería ser madre desde los 5 años más o menos, cuando los Reyes Magos me pusieron el Nenuco ¡qué bonito mi bebé! Luego tuve a Conchita, una bebé negra de pelo rizado, rozando los 7 llegó a mi vida Baby Mocosete, tenía moquitos que había que estar limpiándole todo el día ¡una maravilla! Por último y como lo más de lo más aterrizó una Nochebuena Tragoncete: venia con un sobre de papilla que preparabas mezclando con agua, se la comía todita sin rechistar y luego hacia cacas!!!!¿es o no es lo máximo?

TRAGONCETEmocosete

Con este panorama te puedes imaginar que en mi vida ideal cabían hasta 7 hijos. SIETE. Mi juego preferido era a papás y a mamás, Vestir a los niños, alimentarlos, pasearlos, vestirlos, pasearlos, acunarlos, alimentarlos, pasearlos….

Yo de mayor quería ser madre…

Yo de mayor quería tener hijos biológicos y adoptados. Quererles sobretodas las cosas y estar allí siempre dispuesta.

Pasaron los años y los novios y las circunstancias no acompañaron, ni la situación profesional ni la sentimental eran las adecuadas para formar familia. Mientras, me encantaba quedar con amigas con hijas y seguir jugando a pasear, comer, jugar…

La vida se fue asentando aparecieron circunstancias externas favorables y un hombre con el que me gustaría formar la familia soñada, siete hijos ya no me daba tiempo pero igual unas gemelas…

Lo intentamos, lo intentamos mucho. Probamos de todas las formas y nada. Me puse manos a la obra. Estudie mi cuerpo, mi ciclo menstrual, mi yo por dentro y por fuera. Aparecieron miedos, sombras, tensiones, frustraciones, ansiedades. Falsas alarmas. Apareció esa ansia de amar sobretodas las cosas, infinito, incondicional, ese amor que dicen que solo sienten las madres, esas ganas de ser una mujer completa, una familia completa, esa necesidad de premiar a mi familia con la alegría de un bebé, de que todo el mundo descansase porque por fin era una MUJER con todas las letras, una adulta adaptada y feliz con una familia perfecta a la que amar y cuidar sobre todas las cosas

-¿Por qué no pruebas con la inseminación artificial?

-No, no quiero someter mi cuerpo a esas bombas hormonales.

-Entonces es que no tendrás tantas ganas de ser madre…

Pues va a ser eso, porque no estoy dispuesta a entregar mi vida hasta ese punto… Y aquí vino el golpe más fuerte: igual no soy esa clase de persona que puede amar sobretodas las cosas, igual solo soy una maldita egoísta que piensa solo en ella. Igual no soy tan mujer por que no quiero sacrificar mi vida por la de mis hijos… Igual es que soy mala.

Y ahí estaba yo: en el fondo del pozo, cubierta de mierda, sola.

Un pozo oscuro y solitario donde no te acompañan ni siquiera otras mujeres que están pasando por lo mismo, ni tu pareja, ni tu familia, ni los libros, ni los artículos de investigación. Un pozo hondo, oscuro, silencioso, invisible y lleno de mierda para mi sola. Un pozo donde ya solo te pueden pasar  cosas buenas…

¿Es ese mi límite?

De repente el AMOR.

En mayúsculas, el auténtico, el incondicional, el que no falla, el que acompaña, la LUZ, la escalera para salir del pozo:

el AMOR A MI MISMA.

De repente tiempo para descubrirme,  admitirme, aceptarme,  quererme.

Yo quería tener hijos para amarlos más que nada en el mundo  y me encontré conmigo misma.

Este amor es tan grande y tan puro que es contagioso, es un motor de cambio. Es una fuerza inmensa que me hace querer un mundo mejor para mí y, por extensión, para los demás.

No tener hijos me deja mucho tiempo para desarrollar mis proyectos personales.

Conectar con mi útero, con mi cuerpo hace que la creatividad salga en forma de acciones, textos, relaciones.

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No tener hijos me ha hecho elaborar un proyecto distinto con mi pareja. Un proyecto de crecimiento, de amor sin ataduras ni obligaciones.

No tener hijos me ha ayudado a hacerme consciente de mis límites. Sé hasta donde llego, donde empiezo, donde termino.

No tener hijos me ha hecho una mujer más libre y más fuerte.

No tener hijos me ha hecho darme cuenta de la mujer completa que soy.

43 respuestas a “A mí, no ser madre me ha hecho mejor persona.

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  1. Emocionante tu post, May. Gracias por ponerlo por escrito para poderlo releer y compartir. Eres tan valiente… Tienes toda mi admiración. Ya lo sabes.

  2. Me ha gustado mucho. Ser madre no equivale a un estadío superior de casi nada (excepto tal vez de tenencia de toallitas y cremas de culo). Yo me sentía incompleta algunas veces antes de ser madre. Dos criaturas después.. exactamente igual. Bendita «no plenitud» que nos pone en el camino de crecer y descubrirnos.

  3. Gracias me he sentido identificada con tus palabras, al final la vida tampoco me dio hijos pero me dio otra cosa la libertad de decidir que era lo que yo de verdad quería para mi y mi cuerpo, socialmente y cultura lamente te imponen absurdos y es verdaderamente posible decidir

  4. Una vez más, cómo agradezco que estés ahí como referencia, querida amiga, hermana mayor. No eres madre ni pretender serlo. Y la vez eres madre de mil maneras diferentes a la usual. Y a la vez la libertad que has hecho tuya de esa manera te vuelve inmensamente madre. Madre sin tener que serlo. Madre de ti misma. Madre Libre.

  5. Gracias, solo Gracias… Es un proceso que sigue y si nunca tendré hijos quisiera ser mas consciente de ese amor propio, seguiré trabajando en eso. GRACIAS

  6. Hola May! Sabes, me da mucho gusto poder leer a alguien que tiene más valor que yo para sostener su deseo. Porque apesar de que vivimos en «otra época», una época «más libre», aún no somos del todo capaces de aceptar que el otro puede tener un deseo distinto al del común denominador.
    Muchas Felicidades por ésta decisión y como sé que no es fácil, un abrazo!

  7. Me parece genial. Ha tenido que ser un trabajo duro, pero con buen final. Me alegro de que te hayas abrazado a ti misma. Yo creo que cada situación trae sus luces y sus sombras, lo importante es aceptar las sombras y recibir la luz también con los brazos abiertos. Muaka

  8. Un testimonio sobrecogedor: enhorabuena por haber alcanzado ese maravilloso estadio de acercamiento a uno mismo tan dificil de lograr. El ser madre es una experiencia hermosa, pero el ser «uno mismo» creo que es «la gran experiencia».
    Toda mi admiración!!

  9. Bonito texto, pero ¿como puedes afirmar que no ser madre te ha hecho mejor persona?
    ¿Mejor persona que quién, que las mujeres que son madres, que tú misma cuando sí querías ser madre?

      1. Pues que es un texto bien escrito y con mucha fuerza, pero todavía no me ha quedado claro, ¿te ha hecho mejor persona que quién?

  10. te felicito que pienses asi porque el fin ultimo de una mujer no termina en la maternidad, sino es ser mujer antes que cualquier otra cosa en la vida..La maternidad no es una realizacion personal, o tal vez lo sea desde una concepcion machista de la sociedad ,como mujer y como persona tienes muchos roles que cumplir y mucho para dejar a las futuras generaciones.Me alegra que tengas una mente tan abierta para liberarte de los canones establecidos por la sociedad y que la familia va imprimiendo desde nuestra niñez con solo regalarnos muñecas por el solo hecho de ser del genero femenino. El hombre que te ama de verdad te aceptara tal como eres incluso sino puedes darle hijos.Suerte QUE LA VIDA TE PREMIARA Y CREO QUE DIOS YA LO HIZO YA QUE EN LA BIBLIA DICE BENDECIDA LA MUJER QUE NO SEA MADRE de cuantos sufrimientos dios te libero piensalo….

  11. Yo no concebia mi vida sin ser madre. Lo fui. Mi hijo,de 33 años, casado, bien situado, me ha llenado mi vida de felicidad. Pero leyendo tu escrito, he comprendido muchas cosas y me has abierto mi mente y mi forma de pensar.
    los hijos no te pertenecen. Un dia, se van, hacen su vida y te deja un gran vacio.
    Muchisimas gracias. Me has ayudado a mis 64 años!!!! Nunca es tarde!!!!

  12. Me gusta, lo he compartido. Para mí ser madre no era solamente por el hecho de serlo, sino que estaba asociado al poderío de poder engendrarle un ser a un hombre que fuera mi centro y mi admiración. Para mí, sin un hombre «de verdad» no tiene sentido ser madre, es algo incompleto en sí mismo, innecesario, y hasta casi un imposible. Gracias May Serrano por haberme dado la posibilidad, con tu relato, de poder sacar algo que no es facil poderlo decir

  13. Hola, yo por el contrario nunca quise hijos, jugué desde pequeña con carros, buscando insectos, trepando arboles, y corriendo como niño en la calle, hermana de 5 y protectora de todos, no deseaba hijos, pues lo que tu descubriste yo lo tenía y quería conservarlo, después de terminar la universidad, sorpresa embarazada, y créeme es lo más maravilloso que pudo pasarme desde el mismo momento de enterada hasta hoy 13 años después, cambié mis prioridades sin olvidarme de mi, mis sueños y metas, pero ahora cada día es un reto adicional para ir guiando a mi hija a sentirse tan plena y libre que cuando sea madre, si Dios le tiene ese regalo, que sea la mejor y disfrute del verdadero amor. Respeto tu posición, en tu caso es lo más saludable, aunque existe la adopción. feliz día.

  14. Estoy de acuerdo contigo en muchas cosas. Tuve dificultades para tener hijos y ese pozo oscuro de mierda que describes es exactamente el mismo en el que yo viví: algo faltaba, algo fallaba en mí, nunca podría conseguir ser completa…, además estaban las intervenciones médicas, primero exámenes y pruebas y más pruebas, en ocasiones situaciones en las que eres completamente vulnerable te topas con personas de mierda, que de profesionales no tienen nada, incapaces de tener una palabra amable o de comprensión hacia una pareja con problemas de reproducción, por lo que dije BASTA, no puedo con más pruebas, no voy a someterme a más intervenciones. En mi caso un tiempo después me quede embarazada y hoy tengo a mi hija, pero es cierto que el asumir que puede que no tengas nunca hijos te hunde y a la vez empiezas a plantearte que es lo que hay y te conviertes en una versión mejorada de ti misma. Un abrazo.

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