Cierra La Karpinteria.
Estoy que trino. Estoy que trino. Estoy que trino. Estoy que trinoooooooo.
La Karpinteria ha sido mi casa desde hace 5 años. Ha sido el lugar seguro que necesitaba para encontrarme con mi yo más creativa. Ha sido el sitio dónde se me han caido más etiquetas, me he atrevido a más y han nacido un montón de proyectos, piezas, performance, encuentros…
Ha sido un espacio de amor y libertad. Un soplo fresco. Una máquina del tiempo que viaja al futuro.
Cierra la Karpintería.
Las instituciones sueltan de golpe las cuerdas en las que se apoyaba y la deja caer sin previo aviso. Choca la cruda realidad contra la publicidad de un ¡Bilbao innovador, explorador, pionero!! La ciudad se prepara para tener la mejor imagen, para salir bien en Instagram pero deja de lado el código, la base, el relleno, el caldito bueno. Las Instituciones quieren que Bilbao sea las Kardassian de las ciudades: famosas por nada.
Cierra la Karpinteria.
¡Oido cocina!
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